jueves, 20 de marzo de 2014

DÍA MUNDIAL DEL GORRIÓN

Todos conocemos al gorrión común Passer domesticus, de hecho, estamos probablemente ante el pájaro más conocido del país (¿y del mundo?). No es casualidad, pues se trata de un ave que ha sabido sacar partido de la cercanía del hombre como ninguna otra, hasta el punto de llegar a convertir las ciudades con menos áreas verdes en su hogar. Ciudades y entornos que otras aves evitan, el gorrión común los explota con sumo éxito.

Macho de gorrión común Passer domesticus.


Pero que esto no nos lleve a engaño. Es cierto que es una especie común y abundante, no obstante, ha sufrido un declive acusado y preocupante a nivel mundial. La población española ha descendido un 14 % en la última década en entornos rurales, incluso ha desaparecido de ciudades europeas como Londres. Por eso, le debemos un homenaje al paseriforme por excelencia. A un ejemplo de éxito adaptativo a lo largo y ancho de un planeta transformado por el hombre, aprovechando las introducciones accidentales e intencionadas para colonizar distintos rincones del globo, desde Norteamérica hasta Australia, lo que le ha convertido en un ave de distribución global, la más cosmopolita del mundo.

Existen 25 especies de gorriones del género Passer en el mundo.
Su aspecto no es excesivamente atractivo. Obviamente es una opinión subjetiva, pero reconozcamos que estéticamente no está a la altura de muchas especies de nuestra avifauna. Aún así, analicemos el aspecto del macho en plumaje nupcial. 
Pico negro lustroso, ancho y cónico, apto para una alimentación granívora que le lleva a "robar" el pienso de las gallinas en los huertos y las semillas que los agricultores arrojan al suelo fértil para su sembrado. Algo que no le ha dado buena fama, precisamente. 

Son habituales sus baños en fuentes y estanques de parques urbanos.
Sus ojos son de color castaño, pero no un castaño cualquiera. Si lo pensamos, estamos ante un color precioso que más bien tira a rojizo. Color que también tiñe parte de la cabeza hasta la nuca. Una mascara negra rodea los ojos desde la brida y se transforma en un babero bajo el pico. Se habla de que este babero es el encargado de proporcionar información sobre el estatus social de cada macho. Cuanto más amplio es dicho babero, mayor será el rango en la jerarquía del grupo. Porque son pájaros gregarios. No podía ser de otra forma viviendo cerca del ser humano, otro ser social por excelencia. 

Las migas de pan que arroja la gente son suculentos 
El resto del cuerpo es de tonos grisáceos con alas de color castaño, beige y negro, además de una franja alar blanca en las coberteras medianas. 
¿Seguro que es tan vulgar? Yo no lo creo. Aunque sí es cierto que me veo condicionado por lo habitual de sus observaciones. No soy objetivo a la hora de juzgar su belleza. De todas formas, en cuanto a comportamiento estamos, indudablemente, ante un paseriforme muy interesante que nos ofrece la oportunidad de estudiarlo de manera sencilla dada su confianza. Sin embargo, en algunos lugares se ha asilvestrado, mostrando un comportamiento tan esquivo como el de los pinzones, por ejemplo. 

Hembra de gorrión común Passer domesticus.
Se cree que la cuna de la especie se encuentra en Oriente Medio, desde donde se extendería hasta colonizar toda Eurasia, incluida la Península Ibérica, extremo occidental del continente. Tras esta explosión demográfica, se formaron hasta 12 subespecies por el aislamiento. Nosotros nos encontramos en nuestras ciudades y pueblos con la subespecie nominal Passer domesticus domesticus. Pero en el centro y sur podemos toparnos con el gorrión moruno Passer hispaniolensis, una especie estrechamente emparentada y similar.

Al igual que el epíteto del nombre científico (domesticus), el nombre en inglés (house sparrow) y en euskera (etxe-txolarre) hacen referencia a su cercanía al hombre.
A partir de ahora, trataré de prestar más atención a un ave que está sufriendo un descenso de sus efectivos a escala global. Siendo indicadora del estado de la biodiversidad de nuestro entorno, me alegraré cada vez que observé un grupo de estos ruidosos vecinos. Nos conviene su presencia.

¡Hasta la próxima entrada!

2 comentarios:

  1. Hola,yo aveces les dejo pan en el balcon,no se si hago bien o mal,yo creo que bien y me gusta observarles,me fijao como bien dices en el babero negro que tienen algunos.Suelen venir siempre 5.Enfrente de mi balcon tengo una especie de pino,y ai suelen estar.
    Saludos

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    Respuestas
    1. Hola Sergio, los gorriones de pueblos y ciudades suponen una buena oportunidad para disfrutar de un pedacito de naturaleza en entornos urbanos. Animan las calles.

      Un saludo.

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