miércoles, 14 de septiembre de 2011

POESÍA ALADA: LAS AVES MARINAS

Las aves son un auténtico canto a la belleza. Con cada aleteo imprimen una melodía a la vida, a la libertad, al sueño de volar. Fundiendo sus siluetas con el rojizo color del ocaso, oído, vista y mente trabajan por tratar de asimilar tanta hermosura.

Alca común Alca torda.
Pero cuando se combinan el mar y las aves la vida cobra otra dimensión, las sombras se vuelven reflejos y las furiosas olas en compañeras de viaje.

Gaviota patiamarilla Larus michahellis.
Las aves marinas son un grupo que me maravilla, no es que me gusten más que el resto, pero su visión resulta diferente. Tal vez sea el propio mar el que confiera esa diferencia, o tal vez la salvaje y sublime preciosidad implicita en este grupo ornítico.

Alcatraz atlántico de segundo año Morus bassanus.
Esta categoría de aves la componen varios órdenes: Charadriiformes (gaviotas, págalos, charranes, álcidos...), Pelecaniformes (pelícanos, rabihorcados, rabijuncos, cormorames, alcatraces...) y Procellariiformes (pardelas, albatros, paíños, petreles...) aunque existen Anseriformes (eideres, negrones...), Falconiformes (pigargos) y Podicipediformes a los que también les podemos poner la etiqueta de marinas.

Garceta común Egretta garzetta. Una ardéida del orden Ciconiiformes que podemos ver en invierno en costas y estuarios.


El vuelvepiedras común Arenaria interpres es una limícola que se puede ver con frecuencia en las costas.
Una gran oportunidad para aprender más sobre estos fascinantes seres y admirar su destreza en el aire son las rutas en barco, como la ruta en barco por la Bahía de Santander, de la que pude disfrutar el año pasado y de la que disfrutaré éste, además, por partida doble.

Cormorán moñudo inmaduro Phalacrocorax aristotelis.
También existen puntos clave como los cabos para poder observarlas. Dos puntos de gran importancia en Vizcaya (a mi modesto entender) son Cabo Billano y Cabo Matxitxako.

Parte de un bando de unos 150 cormoranes grandes Phalacrocorax carbo  viajando al norte en Cabo Billano.


La playa de La Bola (Getxo) también es un buen lugar para ver aves marinas. En la imagen podemos ver 2 charranes patinegros Sterna sandvicensis, 3 gaviotas cabecinegras Larus melanocephalus y 1 gaviota reidora Larus ridibundus.
Uno de los momentos naturales que recordaré siempre fue mi primer avistamiento de alcatraz atlántico (Morus bassanus). Ocurrió en el ferry Pride of Bilbao, en pleno Canal de la Mancha, en medio de la nada, rodeado del gran azul. Un bando de unos 6 ejemplares adultos surcaba los cielos a baja altura en perpendicular a la popa del barco. El mismo día observé varios bandos más, pero fue a la mañana siguiente cuando tuve mi mejor experiencia.
Nada más subir a la cubierta, lo más temprano que me permitió Morfeo, me encuentro un alcatraz aprovechando la estela del barco a escasos metros de mi posición. Impresionado por el tamaño, tardo en reaccionar y no logro disparar mi cámara hasta que se ha alejado varios metros.

Alcatraz atlántico adulto Morus bassanus.
Incluso el vuelo de las tan vulgares y molestas (no para mi) gaviotas patiamarillas puede resultar inolvidable, aunque esto depende de los ojos que las miren.

Gaviota patiamarilla Larus michahellis.
Aún me quedan innumerables espectáculos por vivir, pero ya he tenido la oportunidad de experimentar la sensación que produce contemplar un grupo de cormoranes moñudos apostados en las más recónditas zonas de los acantilados, allí donde rompen las olas; la impresionante observación de varios alcatraces realizando picados imposibles; pardelas cabalgando sobre las corrientes que produce el oleaje o los rifirrafes entre los halcones peregrinos y las gaviotas patiamarillas. Todo poesía.

Zampullín cuellinegro Podiceps nigricollis.


 Endika





1 comentario:

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...