jueves, 6 de marzo de 2014

ARAÑA TIGRE PREPARANDO LA CENA

En lo minúsculo, también existen espectáculos dignos de ser observados. Muchas veces, mirando al cielo, los aficionados a las aves nos olvidamos de bajar la vista y disfrutar de lo que tenemos a nuestros pies. Un mundo en miniatura lleno de multitud de pequeños momentos dramáticos, como el que pude contemplar hace tiempo en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai.

Araña tigre Argiope bruennichi bruennichi envolviendo a su presa.
La araña tigre Argiope bruennichi bruennichi, es uno de los arácnidos más espectaculares de nuestra fauna, al menos en lo que se refiere a las arañas de cierto porte.


Su dibujo a rayas, amarillas y negras, es el responsable de su nombre y también de su belleza. Las hembras son las que poseen dicho dibujo, careciendo los machos del rayado característico. Además, se distinguen por su mayor tamaño y su abultado abdomen, teniendo un aspecto más redondeado que los ejemplares macho.

Araña tigre hembra Argiope bruennichi bruennichi. Existen cuatro especies en la Península ibérica: Argiope acuminata (Portugal), Argiope trifasciata (distinguible de la A. bruennichi por poseer anillos en el fémur de sus patas), Argiope lobata (fácil de identificar por poseer lóbulos en el abdomen) y Argiope bruennichi (la subsp. nigrofasciata sólo presente en Portugal).

Araña tigre hembra, parte ventral. Los machos poseen un par de listas verticales en el dorso, son más alargados y pequeños y entre las listas y el resto del abdomen no existe gran contraste de color.
La telaraña de una de estas magníficas hembras se movía debido a un saltamontes que acababa de caer en la trampa, lo que llamó mi atención, dirigida en ese momento hacia un buitrón Cisticola buitron que revoloteaba entre los juncos Juncus acutus. Me concentré en aquel momento, pues nunca había tenido la oportunidad de ver una presa en el momento justo de caer en la telaraña. Parecía que el citado saltamontes iba a lograr liberarse, pero las telarañas están tejidas de un material tan fuerte y resistente como flexible. De hecho, siempre he escuchado que una telaraña de un tamaño proporcional al de un jumbo, lograría detenerlo en pleno vuelo, algo alucinante que no sé si será algo exagerado.

Aquí podemos observar los temibles quelíceros de la araña, que no son más que el par de patas anteriores modificadas, con aspecto de colmillos para inocular el veneno paralizante, inofensivo para el ser humano en esta especie.
Por consiguiente, el saltamontes no se liberó y en cosa de segundos la araña se acercó rápidamente y la empezó a envolver con su tela. Un momento horrible para la presa que ve como la posibilidad de sobrevivir se le escapa definitivamente. Emocionado, tomé las pertinentes capturas pensando en la mala suerte del saltamontes, pero también en la buena suerte de la araña, que aquella tarde ya tenía la cena lista para ser devorada.

En ciertos momentos parecía estar mordiendo al saltamontes para paralizarlo e inocularle las enzimas proteicas que lo disolverán por dentro, para una fácil ingestión por parte de la araña.

Araña tigre y su presa, un momento dramático para el desdichado ortóptero. 

¡Hasta la próxima entrada!


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