Pude conocer ambos parques gracias a una excursión con la clase, llena de aprendizaje y nuevos seres que hasta entonces, habían sido para mí totalmente desconocidos.
El día 25 de mayo acudimos al parque natural de las Peñas de Aya, y recorrimos una pequeña porción del mismo partiendo desde una senda que comenzaba en las mismas peñas que dan nombre al parque. Los buitres leonados (Gyps fulvus) planeaban altos, en un cielo sin nubes y, acompañados del entomólogo Xanti Pagola iniciamos el viaje.
Las Peñas de Aya |
Nos dirigíamos hacia un pinar y al llegar pudimos escuchar los cantos de carboneros garrapinos (Parus ater), bisbitas arbóreos (Anthus trivialis), mitos (Aegithalos caudatus), agateadores comunes (Certhia brachydactyla) y un zorzal charlo (Turdus viscivorus) que cantaba con fuerza, imponiendo su melodía por encima de las del resto.
Mi primera sorpresa fueron las dedaleras (Digitalis purpurea) que crecían en los bordes de la senda.