sábado, 30 de abril de 2011

EL OTRO BENIDORM

Pues sí, como bien reza el título Benidorm tiene dos caras. Una, la de los edificios altos y los turistas y la otra, la de los acantilados, las aves marinas, el bosque mediterráneo... Sierra Helada.

Acantilados de Sierra Helada. Al fondo isla Mitjana
Este parque natural se encuentra al Este de Benidorm y desde allí recorre unos 17 kilómetros de costa, abarcando las islas Mitjana, l'Olla y de Benidorm, hasta Altea. 6000 hectáreas de entorno natural en el que el medio marino ocupa la mayor parte.

He de reconocer que para mí Benidorm era un lugar sin vida, de costas y playas invadidas por los hoteles, pero me equivocaba. El día 24 de este mes, aprovechando las vacaciones de semana santa me acerqué a este parque y realicé dos rutas, ambas de unos 3 km.

La primera, lleva a un antiguo puesto de vigilancia contra los piratas y para llegar allí disponemos de una carretera que, acertadamente, está cerrada al tráfico.

Ya en el inicio de la ruta se escuchaban las currucas cabecinegras (Sylvia melanocephala), omnipresentes durante toda la jornada, sin duda las aves más abundantes del recorrido.

Curruca cabecinegra macho (Sylvia melanocephala)
Un bonito milpiés se cruzó en mi camino mientras admiraba los acantilados que se erigían imponentes por encima del mar mediterráneo.


Gaviotas patiamarillas, cormoranes grandes y moñudos... pero el ave marina más característica del lugar, la gaviota de audouin, no aparecía. En cambio, los vencejos pálidos (Apus pallidus) sobrevolaban a muy poca distancia de mi cabeza y, sin previo aviso, una hembra de collalba negra (Oenanthe leucura) se posó en un muro a unos 7 metros. La fotografié y proseguí mi camino hacia el final de la ruta.

Collalba negra hembra (Oenanthe leucura)
A ambos lados de la carretera la lavanda (Lavandula officinalis) me obsequió con el olor de sus hojas y el color de sus flores mientras los pinos carrascos (Pinus halepensis) me ofrecían un poco de sombra.

Lavanda (Lavandula officinalis)
El sol apretaba, aunque la temperatura no era desagradable. Al fin llegué a mi destino, una construcción de piedra que, como he dicho antes, servía para avistar a los piratas que se aproximaban a la costa.

Puesto de vigilancia contra piratas
En mi regreso, un pequeño grupo de verdecillos jóvenes (Serinus serinus) se mantenían posados muy cerca de mí, con lo que aproveché para fotografiar a uno de ellos de cerca.

Verdecillo joven (Serinus serinus)
Comencé la segunda ruta, la ruta de La Cruz. Ésta, también transcurre por carretera, pero no está cerrada al tráfico. El paisaje que me rodeaba era un poco diferente al de la primera travesía. Las casas eran bastante frecuentes y los acantilados difícilmente observables. El cactus nopal (Opuntia ficus-indica), especie de origen americano, hacía acto de presencia junto a las casas, mientras que las rosadas flores de la jara de Cartagena (Cistus heterophyllus) alegraban la vista.

Jara de Cartagena (Cistus heterophyllus)
Un macho de collalba gris (Oenanthe oenanthe) me permitió un par de fotografías y ya casi al final de la ruta una lagartija ibérica (Podarcis hispanica) corría a esconderse entre las rocas. En La Cruz, las vistas eran maravillosas, aunque para un amante de la naturaleza como yo, hubiese preferido menos edificaciones y más bosque.
Benidorm desde La Cruz
A la vuelta, todo estaba en silencio, las aves parecían haber desaparecido hasta que, al mirar encima de una casa, observé la azulada silueta de un macho de roquero solitario (Monticola solitarius). Era increíble, mi primer avistamiento de este bello pájaro, a poca distancia y en el momento menos esperado.

Roquero solitario (Monticola solitarius)
Tengo muy claro que tarde o temprano volveré a Sierra Helada para recorrerlo, ya que por el poco tiempo disponible, me tuve que conformar con dos rutas que se encuentran lejos de internarse de verdad en el parque natural, el cual por su valor medio ambiental merece mucho la pena.

Gaviota patiamarilla (Larus michahellis)

1 comentario:

  1. Desde luego, es una visión totalmente diferente del Benidorm que todos conocemos.

    Si algún día vuelvo por allí no dejaré de subir a La Cruz.


    Gracias por la información.

    Un abrazo!

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