domingo, 10 de julio de 2011

UNA VISITA INESPERADA

Era un día caluroso de verano, aunque los cirros y los pequeños cúmulos abundaban en el claro cielo y corría una brisa veraniega. Tras una subida costosa por el sendero serpenteante y en algunos tramos repleto de obstáculos propios de la montaña, llegamos al llamado “Txarlazo” muy frecuentado por nosotros durante este último año. Con todo el equipo de montaña y el material de observación nos dirigimos a la Virgen de Orduña, zona habitual y principal lugar para todo el que llega por el anteriormente descrito sendero, aquí solemos acudir para buscar, encontrar, fotografiar o simplemente observar a nuestro querido amigo el acentor alpino Prunella collaris, el cual nunca suele estar sólo por esta zona ya que le acompañan las especies propias de las zonas alpinas y otras especies cuyo hábitat representan las zonas de roquedo, como la collalba gris Oenanthe oenanthe, bisbita ribereño alpino Anthus spinoletta, colirrojo tizón Phoenicurus ochruros, acentor común Prunella modularis, pardillo común Carduelis cannabina, Cuervo Corvus corax, multitud de aviones roqueros Hirundo rupestris y, como no, los majestuosos buitres leonados Gyps fulvus, entre otras.

Buitre leonado Gyps fulvus.
Bisbita arbóreo Anthus trivialis muy cercano a la virgen.








Después de la obligada visita a la virgen nos dirigimos al sabinar atravesando pequeños prados en los que predomina una vegetación arbustiva mixta donde abundan los brezales Erica sp. junto con el enebro común Juniperus communis, endrino Prunus spinosa y majuelo Crataegus monogyna, rodeadadas por un lado de pinos silvestres Pinus sylvetsris y por otro la ladera que conduce a la cima de “Bedarbide” siguiendo el acantilado. En estas zonas arbustivas creemos que abundan varias especies de mamíferos, la Comadreja Mustela nivalis es uno de ellos , la musaraña común Crocidura russula por otra parte prefiere las zonas arbustivas y sotobosque como hemos podido comprobar, igual que el ratón de campo Apodemus sylvaticus otro de los representantes entre los micromamíferos.

Calluna vulgaris
Después de rodear un embarrado camino nos dirigimos al sendero, el cual está compuesto por grandes losas que dan la impresión de ser artificiales, conformando así un camino uniforme dando la sensación de haber sido una antigua vía romana. Nos dirigíamos a la misma cuando me percaté de unas huellas que, entre bromas, le aseguré a Endika que eran de lobo. Riéndonos, nuestros pasos nos condujeron al principio de la ruta hacia el sabinar. Mi compañero fotografiaba una mariposa Aglais urticae, cuando vi algo en el lado izquierdo del camino, me acerqué, la examiné... mi corazón comenzó a latir desbocado; “no es posible” me decía a mi mismo, llamé a mi compañero y no se sorprendió ante el hallazgo, yo en cambio tenía un presentimiento. Durante todo aquel día caminamos mucho y yo no paraba de preguntarme si sería posible..., no fue hasta el día siguiente, después de amagarle la existencia a Endika proponiéndole mil hipótesis sobre quién y hace cuánto defecó en aquel sitio.

Excrementos encontrados junto al camino
Aglais urticae
Tras enviar dos fotografías del hallazgo a los expertos de Biodiversidad Virtual, se confirmaban mis deseos más profundos, pero no contento con ello, acudí a uno de los expertos en Biodiversidad de Sierra Salvada, el cual me advirtió que muchos Mastines merodean por la zona y que no había que discriminarlo por su mera apariencia sino por otros muchos atributos de la especie. Me propuso que le enviara la foto a uno de los mejores expertos de Vizcaya, Enrique Arberás al cual nombro en gratitud por la atención prestada a un aprendiz en la materia de identificación de rastros.
El especialista no se arriesgó en determinarlo ni juzgarlo por los parámetros ni por los atributos comunes de los excrementos que le expusimos en las fotografías tomadas, de todos modos nos ofreció su ayuda para identificarlo si recogiésemos excrementos de las mismas características.

Posibles excrementos de lobo ibérico.
Personalmente, sigo soñando con el hallazgo y mi imaginación cobra vida pensando en que un día pueda recibir esa inesperada visita, que todo amante de la naturaleza desearía, de ese ser tan majestuoso y bello, como igualmente odiado y repudiado, en este singular e impresionante entorno que es Sierra Salvada.

Estratocúmulos cubriendo el valle de Orduña ( Mar de nubes)
¡Larga vida al LOBO!

Jon

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