sábado, 28 de diciembre de 2013

TOUR POR NAVARRA 2013: PITILLAS Y BARDENAS REALES

A mediados de agosto Jon, yo y nuestro amigo Mikel recorrimos en 4 días Navarra, pasando por los lugares que consideramos de mayor interés ornitológico.
La cosa no salió bien, ya que las especies observadas fueron muy pocas, pero pudimos conocer y ver paisajes realmente maravillosos.

El primer día recorrimos en coche las cuadrículas en las que se encuentra el territorio de la avutarda, pero debido a lo pequeña de la población era una empresa difícil que no conseguimos llevar a cabo.
Aùn así, nos llevamos la observación de una culebrera europea Circaetus gallicus posada en un poste de electricidad. Detuvimos el coche a poca distancia y disfrutamos de ella largo rato hasta que decidió alzar el vuelo.

Culebrera europea Circaetus gallicus.


Acto seguido, bajamos un rato del coche y nos topamos con un maravilloso sapo corredor Epidalea calamita.

Pero antes de llegar a  Pitillas, tras desistir en nuestra búsqueda de la avutarda, una lejana hembra de aguilucho cenizo Circus pygargus quiso brindarnos una última observación interesante.
Ya en la laguna, pudimos comprobar que la lamina de agua estaba dominada por las fochas comunes Fulica atra. También había buenos números de ánades azulones Anas platyrhynchos y unos cuantos porrones europeos Aythya ferina, siendo menos abundantes los zampullines comunes Tachybaptus ruficollis, somormujos lavancos Podiceps cristatus y demás especies acuáticas típicas.

Focha común Fulica atra.
La rapaz por excelencia de humedales y marismas, el aguilucho lagunero Circus aeruginosus, sobrevoló el carrizal mostrando quién era el rey del lugar. Estaba muy alejado, pero pude hacer alguna foto de calidad bastante deplorable, eso sí.
Continuamos oteando en busca de más especies, pero en la laguna ya sólo nos quedarían por ver las garzas imperiales , un solitario macho de pato colorado Netta rufina en eclipse y algún que otro zampullín cuellinegro Podiceps nigricollis. Una cantidad escasa de aves para lo que teníamos previsto. Ni avetoro, ni bigotudo. Las dos especies que con más ansia deseábamos ver.

Paisaje de la laguna de Pitillas.
Eramos conscientes de que la época era mala y, que además, el calor empeoraba la situación. Así que nos fuimos despidiendo de otros pajarillos que queríamos ver en la vegetación circundante, como la curruca tomillera, por ejemplo. En cambio, nos dedicamos a fotografiar a los odonatos y ranas verdes Rana perezi que abundaban en el agua.

Rana verde o común Rana perezi.

Ischnura elegans.
A medida que iba cayendo el sol, iban apareciendo nuevos protagonistas. Un grupo de garcillas bueyeras Bubulcus ibis se alimentaba de los insectos que iban levantando las ovejas a las que acompañaban, e incluso una pareja de chovas piquirrojas Pyrrhocorax pyrrhocorax pasó volando cerca. Pero las imágenes más bonitas nos las brindaron los grandes bandos de pardillos comunes Carduelis cannabina que se alimentaban en los cardos de los alrededores.

Garcillas bueyeras Bubulcus ibis entre ovejas.

Pardillos comunes Carduelis cannabina.
Una hembra escribano soteño Emberiza cirlus los vigilaba de cerca, posada también en un cardo.

Escribano soteño Emberiza cirlus.
En cuanto a los alaúdidos, no vimos ninguna calandria, pero sí disfrutamos de grandes bandos de terreras comunes Calandrella brachydactyla y de cogujadas comunes Galerida cristata que, aunque típicas, nos deleitaron con sus baños de tierra para la desparasitación.

Cogujada común Galerida cristata.
Al día siguiente, nos dirigimos hacia el Parque Natural de las Bardenas Reales. Teníamos varias especies en el punto de mira, aunque como nos pasó en Pitillas no vimos ninguna de ellas.

Los paisajes eran espectaculares, recordando a zonas desérticas de Norteamérica como Arizona.
El primer ave que pudimos ver fue un solitario y colorido abejaruco común, que nos maravilló como siempre con su bello plumaje.

Abejaruco común Merops apiaster.
Pero todavía más marivollosos eran los paisajes desérticos que se nos presentaban ante nuestros ojos. Todo un lujo poder contemplar un entorno como ese.

Grietas típicas de sustratos de climas áridos en los que el agua de los poros se ha evaporado.

Estas formaciones tienen origen fluvial, a diferencia de las cordilleras del norte cuyo origen es marino.

Yesos, calizas, arcillas y carbonatos son algunas de las rocas sedimentarias que componen el relieve del Parque Natural.

Cuando supe de la existencia de un lugar así en nuestro país quise ir, no ya por el tema ornitológico, sino por el paisajístico.

Parque Natural de las Bardenas Reales.
Los bandos de terreras comunes fueron lo más destacable en una jornada en la que tampoco vimos mucho más.

Terrera común Calandrella brachydactyla.
Tan sólo un solitario papamoscas cerrojillo Ficedula hypoleuca en la vegetación circundante a uno de los embalses del Parque Natural.

Papamoscas cerrojillo Ficedula hypoleuca.
Por lo tanto, dos días poco fructíferos en lo pajaril, pero muy interesantes en lo paisajístico. La siguiente entrada os mostraré los observado en la Foz de Lumbier y el Pirineo navarro.

¡Hasta la próxima entrada!

2 comentarios:

  1. Some very interesting topography. Thanks for sharing.

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    1. Really amazing places, specially Bardenas Reales! Thanks to you for visiting my blog!

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