RORCUAL COMÚN: UN SUEÑO HECHO REALIDAD

Uno de mis sueños siempre ha sido poder observar ballenas. Hace 3 años observé mis primeros cetáceos entre los que figuraban delfines comunes (Delphinus delphis), listados (Stenella coeruleoalba) y mulares (Tursiops truncatus), zifios de Cuvier (Ziphius cavirostris) y calderones comunes (Globicephala melas). Pero nunca había tenido la oportunidad de ver una ballena verdadera, es decir, un misticeto.

Rorcual común (Balaenoptera physalus)

El día 8 de septiembre me embarqué en una de las rutas en barco organizadas por el ayuntamiento de Santurtzi. 10 horas en barco por el Golfo de Vizcaya, todo un lujo, más aún si le añadimos las explicaciones que Gorka Ocio nos iba proporcionando a lo largo del viaje.

Rorcual común / Fin whale

Las primeras criaturas que aparecieron fueron los peces luna (Mola mola). Pudimos ver multitud de ejemplares saltando a cierta distancia del barco. Un bonito espectáculo para ir abriendo boca.
Los atunes listados (Katsuwonus pelamis) saltaban en la lejanía y las primeras pardelas cenicientas (Calonectris diomedea) planeaban a demasiados metros como para sacar buenas fotos.

Pardela cenicienta (Calonectris diomedea)

Pocas fueron las aves que pude avistar, tanto en número como en especies. Alguna pardela sombría (Puffinus griseus) dejo ver su oscura silueta recortada contra la tranquila mar y también una pardela capirotada (Puffinus gravis) que descansaba plácidamente en el agua.

Pardela sombría (Puffinus griseus)

A las pocas horas comenzó a hacerse realidad mi sueño. Los primeros resoplidos de forma arbórea se observaban a decenas de metros, pero ya habían aparedido las ballenas, concretamente los rorcuales comunes (Balaenoptera physalus).

Los avistamientos eran tan cercanos que se hacía complicado encuadrar bien a los animales.

El segundo animal más grande del planeta, con unos 25 m de longitud, nadaba cerca de la embarcación. Una ballena que casi doblaba en tamaño al propio barco. Era impresionante. Un verdadero coloso.

Cuando emergía su enorme cabeza era alucinante.

La emoción que me embargaba en aquel momento era una muestra de la sensación que produce la observación de estos hermosos animales.

Rorcual común (Balaenoptera physalus)

Los seguiamos a una distancia prudencial, de manera que no se sintieran acosadas. Aunque en muchas ocasiones calaban antes de acercarnos lo suficiente.

El lomo arqueado era sinónimo de que la ballena se estaba sumergiendo, para regresar a la superficie a respirar unos 15-20 minutos después.

De todas formas, la experiencia de Gorka le permitía predecir por donde saldrían las ballenas y, cuando acertaba, las observaciones eran increibles.

Fin whale (Balaenoptera physalus)

Pudimos disfrutar de 11 ejemplares, obsequiándonos uno de ellos con uno de los momentos más espectaculares de la jornada.

En este ejemplar se puede apreciar una muesca en la base de la aleta dorsal, lo que es muy útil para identificarla individualmente.

El sujeto en cuestión, se colocó a 5 m del barco justo debajo de la superficie del agua, inmóvil y relajado, permitiéndonos observarlo con gran detalle desde la cabeza hasta la cola.

A esas alturas, ya me sentía satisfecho con lo avistado, pero faltaban, como no, los delfines.

Rorcual común / Fin whale

Delfines comunes (Delphinus delphis)

Escuadrones de delfines comunes y listados se unían a nosotros jugueteando con la embarcación nadando a poquísimos metros.

Delfines comunes (Delphinus delphis)

Decenas y decenas de delfines saltaban a nuestro alrededor.

Common dolphins

Uno de los hechos que más ilusión me hizo fue ver pequeñas crías junto a sus madres. Una visión entrañable.

Delfín común (Delphinus delphis)

Finalmente, pude ver a los atunes listados que eran subidos al barco para su medida y marcado y posterior vuelta al mar.

Atún listado (Katsuwonus pelamys)

Sin duda, el colofón perfecto a 10 horas en el Golfo de Vizcaya.

Delphinus delphis

Delfines comunes

¡Hasta la próxima entrada!