miércoles, 30 de octubre de 2013

LA IMPORTANCIA DE UNA PLANTA INVASORA PARA EL ESCRIBANO PALUSTRE EN MI "LOCAL PATCH"

Fruto de mis observaciones de los últimos años durante la migración y el invierno, parece ser que la dependencia de los escribanos palustres Emberiza schoeniclus schoeniclus que pasan por mi "local patch", hacia una de las plantas invasoras más extendidas de la provincia, es muy alta. Nunca los he observado alimentándose de semillas que no sean las de la Cortaderia selloana, aunque no se me escapa que carrizos Phragmites australis, vegetación arvense, etc. ayudarán a completar su dieta.

Escribano palustre Emberiza schoeniclus.
Aún así, es lógico que en una zona en la que domina la citada invasora, en detrimento de la vegetación palustre que reinaría en otros tiempos, las aves se hayan amoldado al nuevo recurso alimenticio. Se ha convertido en parte importante de su dieta a su paso por mi "local patch", incluso para los escasos ejemplares que permanecen todo el invierno.

Reed bunting Emberiza schoeniclus.
Mientras tratamos de evitar que las plantas invasoras, tan dañinas para los hábitats en los que se propagan, continúen colonizando nuevos territorios, algunos animales tratan de sobrevivir aprovechándose de un ser foráneo que probablemente nunca vieron algunas generaciones antes.

Escribano palustre alimentándose de semillas de Cortaderia selloana en mi "local patch".
Sin embargo, aunque el daño causado por dichas plantas es alto en mucho casos, viene dado por el mal estado de nuestros ecosistemas. Es por ello, por lo que el carrizo de la pampa Cortaderia selloana sólo ocupa zonas degradadas como descampados, taludes, claros de plantaciones o bosquetes, etc. Si nuestros bosques y humedales fueran sanos y extensos, sería muy difícil que plantas como ésta se internaran en ellos. Tiene una capacidad dispersiva notable, ya que las semillas son transportadas por el aire (anemocoria) largas distancias. Si estas semillas consiguen penetrar en un bosque en buen estado, nunca lograrán desarrollarse debido a la sombra de los árboles y a la competencia con plantas arvenses y arbustos.

A ambos lados del camino se podían escuchar los reclamos de los escribanos palustres.
Por lo tanto, es un problema que, bajo mi humilde punto de vista, no tiene solución. Es imposible acabar con una especie así. Seguirá creciendo y extendiéndose a pesar de nuestros esfuerzos por eliminarla. Rebrotarán y continuarán entre nosotros, desgraciadamente para siempre.

Como podéis comprobar, una zona altamente poblada por esta exótica planta.
Por consiguiente, únicamente nos queda tratar de controlar sus poblaciones y mantenerlas en una proporción estable, impedir su proliferación en espacios protegidos o de interés relevante y cuidar nuestro entorno natural de manera que sea más resistente.
Nos tiene que quedar claro que los problemas crecen en los hábitats enfermos, siendo aquellas especies introducidas por la mano del hombre pequeños virus que agravan la enfermedad.

Escribano palustre / Zingira-berdantza.
Así pues, los jóvenes que comenzamos nuestra andadura en este "mundillo" tenemos la obligación de trabajar por conseguir que las generaciones venideras posean una conciencia medioambiental y conservacionista que no la tuvieron generaciones anteriores, ni siquiera la nuestra, para evitar males como éste. Luchar por la protección del medio natural y para que el equilibrio existente entre animales, plantas, hongos y microorganismos con el medio físico no se vea alterado.
Ayudemos a que especies como la protagonista de la entrada no tenga que amoldarse al entorno cambiante que le va dejando el ser humano y pueda ocuparse casi exclusivamente de los obstáculos que le pone la propia naturaleza, que no son pocos.

¡Hasta la próxima entrada!

4 comentarios:

  1. Interesante entrada,
    yo esas plantas no las puedo ni ver. Son muy invasoras. Sé que en Cantabria hay planes para extinguirlas, pero no lo consiguen.

    Saludos desde León

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    1. A mí me da mucha rabia cada vez que la veo, sobre todo en humedales donde acaba ganándole terreno a los carrizales-juncales. Pero me temo que es imposible acabar con ella. Por ejemplo, si consiguiesen extinguirla en Cantabría, las plantas de las provincias adyacentes volverían a dispersar sus semillas recolonizándola de nuevo. Es el cuento de nunca acabar. Lo que hay que hacer es prevenir antes que curar.

      ¡Un saludo y gracias por visitar el blog!

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  2. Pues menos mal que algún ave la aprovecha, porque me fastidia bastante esta planta.
    En Asturias hubo planes de erradicación que acabaron miles de plantas, pero creo que ya se han rendido porque ocupa ahora unas extensiones espectaculares.

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    1. Por aquí trabajan en su erradicación, pero es en vano. Les echan un producto, pero no vale sólo con eso porque vuelven a brotar. Incluso quemarlas no funcionaría. Si se quiere luchar contra ella hay que hacerlo bien, pero me temo que las administraciones no están por la labor.

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