El pasado jueves volví a retomar mi formación como anillador en el Urdaibai Bird Center después de un año de parón, disfrutando mucho con el datado y sexado de las especies que capturamos. Los pájaros más abundantes fueron los escribanos palustres
Emberiza schoeniclus, cuyo omnipresente reclamo nos acompañó durante toda la jornada. Algunos se libraron de ser anillados, pero otros quedaron atrapados en las redes. Hasta 8 ejemplares, entre los que había machos, hembras, jóvenes y adultos. Perfecto para mi aprendizaje.
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Precioso ejemplar de escribano palustre Emberiza schoeniclus. |
Para entrar en harina, comenzaré a explicaros el sexado de esta especie. Principalmente, debemos reparar en el diseño de las plumas de cabeza y babero. Las de los machos tienen mayor cantidad de color negro con un fino borde marrón-beige. Las hembras, en cambio, poseen un diseño con menor cantidad de negro y acabado en punta. Es difícil explicarlo sin una ilustración o fotografía, pero al menos os muestro una imagen en la que podéis ver que en los machos casi no es necesario fijarnos en el dibujo, pues el píleo se ve muy negro a simple vista.
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Como podéis ver el píleo se ve negruzco, lo que no ocurriría si el ejemplar en cuestión fuese una hembra. |
El datado es más complejo. La forma de las rectrices puede ayudarnos, siendo estrechas y apuntadas en los jóvenes y más anchas y romas en los adultos. Aún así, no debemos fijarnos únicamente en este rasgo porque existen ejemplares jóvenes con colas aparentemente romas.
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Rectrices puntiagudas y estrechas de ejemplar juvenil de escribano palustre. Pero no olvidemos que la forma de las plumas puede cambiar induciendo a confusión. |
Por lo tanto, es conveniente contrastar la conclusión a la que hemos llegado gracias a la forma de las rectrices con otros rasgos más fiables, como el límite de muda. Si existen diferencias de color o anchura del borde entre las rémiges, habremos dado con un ejemplar joven. Las plumas nuevas serán de un color negro puro con un borde más ancho, las plumas juveniles, no obstante, tenderán a ser más pardas con bordes más finos e irregulares.
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Ésta es una mala imagen para observar el límite de muda dada la incidencia de la luz, pero en ninguna de las rémiges se aprecian diferencias ni de color, ni de anchura del borde. |
En cuanto a los mosquiteros comunes
Phylloscopus collybita he de decir que el datado es muy complicado para ojos inexpertos como los míos. Se basa en el límite de muda de las coberteras mayores, apreciable por la diferencia de tono entre las plumas nuevas y las antiguas, pero a penas conseguí distinguir entre ambas.
Otro aspecto a determinar es la muda de las rectrices centrales. En caso de existir diferencia de tono en el color de éstas con respecto al resto, estaremos ante un ejemplar juvenil. Pero como os digo, siempre debemos contrastar todas las características que podamos para un datado más preciso.
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Las coberteras mayores se ven iguales, por lo que es un macho, aunque si fuese un juvenil las diferencias en el color serían tan sutiles que me costaría apreciarlas en la fotografía. |
Asímismo, no debemos caer en la trampa de confiarnos en la identificación. Los que estamos acostumbrados a observar mosquiteros en el campo tenemos facilidad para determinar la especie en mano, pero, aún así, es aconsejable reparar en la existencia de emarginadura en la 6 primaria. Si existe tal emarginadura estaremos ante un mosquitero común, sino será un mosquitero musical
Phylloscopus trochilus. Las diferencias en mano con respecto al mosquitero ibérico
Phylloscopus ibericus exceden mis escasos conocimientos, por lo que no hablaré de él.
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Mosquitero común Phylloscopus collybita. |
Por último, el ruiseñor bastardo
Cettia cetti se encargará de dar el broche a esta entrada sobre sexado y datado de aves en mano. El tamaño determinará el sexo teniendo en cuenta los siguientes rangos: longitud alar > 58 mm = macho; peso > 12,5 g = macho. Ejemplares con valores excesivamente cercanos al límite serán imposibles de sexar. Para el datado, la muda de las infracoberteras caudales nos proporcionará la información necesaria para distinguir entre jóvenes y adultos. Si existen diferencias de color entre ellas podremos decir que estamos ante un joven, pues ha mudado alguna/s infracoberteras caudales siendo el resto plumas juveniles. También el color del iris puede ser un rasgo distintivo, gris en el caso de ejemplares juveniles y marrón oscuro en los adultos.
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Puede costar distinguirlo, pero las dos infracoberteras caudales superiores derechas son ligeramente más oscuras que el resto (plumas nuevas). |
Lamento no tener mejores fotografías para ilustrar correctamente las explicaciones, pero cuando se tiene un pájaro en mano es prioritario liberarlo cuanto antes para minimizar el estrés. Siempre debe estar por delante la salud de nuestras amadas aves.
Proseguiré con más entradas sobre sexado y datado a medida que realicé más jornadas de anillamiento.
*Quiero dejar claro que pese a incluir en el título de esta entrada y otras anteriores la palabra "anillando", soy un anillador en formación que aún no tiene los conocimientos suficientes para realizar el anillado de las aves. Simplemente es una forma de llamar a las entradas cuyo hilo conductor es dicha actividad.
¡Hasta la próxima entrada!
Hola Endika.
ResponderEliminarBuen trabajo.
Un abrazo desde Doña Mencía
Hola José Manuel,
Eliminar¡Muchas gracias!
Un abrazo.