Como el tema de salir al campo está prácticamente imposible por las continuas lluvias, no me queda otra que entretenerme escribiendo entradas atrasadas. Sin embargo, la que hoy nos ocupa no viene con tanto retraso, pues el mismo día del anillamiento del rascón europeo también se anillaron petirrojos y un herrerillo común.
Empezaré a explicar brevemente el datado del petirrojo, por ser más sencillo. Los ejemplares juveniles, es decir, aquellos que aún no han realizado una muda postjuvenil, no representan ninguna dificultad en su identificación, sobre todo, si estamos acostumbrados a verlos en nuestras excursiones pajareras. Su plumaje marrón moteado de ocre es muy distintivo.
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Petirrojo europeo Erithacus rubecula. |
Los ejemplares de 1 CY (otoño) y 2 CY (primavera) tampoco revisten excesiva complejidad, puesto que el patrón a seguir para su datado es similar al de otros miembros de la familia
Turdidae: fijarnos en el contraste entre las coberteras grandes juveniles (no mudadas) con puntas claras y las CG mudadas carentes de las mismas.
Aún así, debemos tener sumo cuidado pues algunos adultos pueden presentar estas manchas, no obstante, suelen ser más pequeñas y redondeadas que en los ejemplares juveniles. Los sexos son indistinguibles.
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Éste es el ala de otro miembro de la familia Turdidae a la que pertenece el petirrojo: el ruiseñor pechiazul Luscinia svecica. |
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Podéis comprobar la similitud entre las puntas del petirrojo y el pechiazul de la imagen superior. |
En anteriores entradas se me olvidó comentar las estrategias de muda de las especies tratadas así que a partir de ahora lo haré.
En el caso de este pequeño túrdido, realiza una muda postnupcial completa que suele terminar hacia finales de septiembre y una postjuvenil parcial que incluye las plumas del cuerpo, adquiriendo aspecto de adulto; pequeñas coberteras y grandes coberteras internas. Algunos ejemplares pueden extender su muda a todas las grandes coberteras y alguna terciaria, aunque lo normal es que retengan varias de las CG con puntas claras que permiten su datado.
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Un pájaro precioso que en ocasiones no goza de nuestra atención por ser común en estas latitudes. |
El caso del herrerillo común
Cyanistes caeruleus se me antoja más complicado, pues para sexar y datar hay que recurrir a la coloración y esto siempre requiere de cierta práctica.
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Primer plano de herrerillo común Cyanistes caeruleus. |
En cuanto al datado, es necesario observar si existen diferencias entre las coberteras grandes y las c. primarias, ya que en ejemplares de 1 CY (otoño) o 2 CY (primavera) las c. primarias serán plumas juveniles retenidas de un color parduzco (sin tonos azules) y las c. grandes, en cambio, tendrán el borde azulado propio de los adultos. Lo adultos, a su vez, no tendrán diferencias de color entre esos dos tipos de coberteras, teniendo todas el citado borde azul. Además, los juveniles mudan el par central de rectrices, existiendo diferencias de desgaste entre dicho par mudado (nuevo) y el resto (desgastados).
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Podemos ver claramente el borde azul, sobre todo de la hemibandera externa, de las coberteras primarias mudadas. |
Asimismo, para el sexado debemos reparar en el tono de píleo (más brillante en el macho); en la intensidad del color azul de los bordes de las coberteras (más intenso en el macho) y en la anchura de la banda del cuello: >8 mm macho; <4 mm hembra.
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En la hembra el píleo sería de un azul más apagado (azul cobalto) y la banda más estrecha. |
Por lo tanto, el herrerillo común realiza una muda postjuvenil parcial que incluye el par central de rectrices, las coberteras pequeñas, c. grandes y algunas terciarias, pudiendo extenderse en algunos casos hasta la totalidad de las terciarias y el álula. La muda postnupcial es completa y suele estar terminada en septiembre.
Esperando ansiosamente un parón en las precipitaciones, que parece que a corto plazo no va a llegar, me despido.
¡Hasta la próxima entrada!
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